Fui uno de los hijos de Anne Gray Harvey por once días

no alcanzaron los seres queridos

para que pueda salir del manicomio

a veces

los seres queridos

son como nombres

en una agenda telefónica


uno vive o muere

mientras espera al borde del amor


hice cosas

que me llevaron mucho tiempo

y duraron poco

otras

fueron instantes sin intención

y perduran

así

juntando instante por instante

en cajitas

fui construyendo un museo

que a nadie le importa


cual será la última hoja del calendario

después de tantas transformaciones

entre libros de locura y cuadernos de la muerte

quién manejará la lapicera que me tache


ya sé que nunca hay que dejar de remar

pero es horrible remar hacia la fe

no existe esa línea que separa

un mundo del otro

no estoy alterada

alterada

está la realidad


no hay ningún camino misericordioso

se lo escribí en unas cartas al doctor Y

también le dije

que me alimento de las sobras

y que el espejo

nunca está vacío

y que antes de que me pique 

un escorpión o una araña mala

mejor

leo el horóscopo

escuche doctor escuche

usted también escucha esa musiquita


soy yo

la que sigue a mi sombra

mañana

no será otro día

mañana

siempre

es el mismo día

nunca tuve un amigo imaginario

nunca nadie

pudo imaginarme


a mi también

en la noche

se me llenan los oídos de silencio


ahora

pones el auto en marcha

y te vas

imagino que

mientras te alejas

por el espejito retrovisor

ves mi silueta borrarse

ya sé que

no hay un camino misericordioso

y vos sabés que

el espejo nunca está vacío

Un caligrama para Hermann