Entre una práctica de vuelo y sonetos lamentables de Carlos Pellicer

en el sueño
las tristezas salen
de su escondite

cada uno sabe
qué sangra en su cabeza
cuando los ojos quedan fijos

la cicatriz de abril
sin noches serenas
y aire espeso
en este mundo
no cierra

como nostros 
el espejo
no nos reconoce

qué es lo qué más te duele
cuando la noche
te pone una pata encima 

se rompieron todas las brújulas

no hay ningún lenguaje
para la poesía
sólo
sonidos
imágenes
filtrados

manada estúpida
la humanidad
con sus ojos esmerilados
actuando
una obra mezquina

no tengo certezas 
de las verdaderas formas
de las cosas

a veces
me gustaría ser
un charquito de agua

atentas
antenas
atentan
el paisaje humano

el corazón
es una pieza de museo

el mercado
forja acero
dirige plomo
hace la noche
arranca alegrías
para vivir
en paz

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