A los 58 pirulos Hilda Doolittle decía esto de la poesía

la nieve cae

en silencio

deja

todo blanco


sólo el libro

que no está escrito

revela algo


con las palabras

rotas

hagamos un nido


una hoja

es todo el bosque


agarrar

no es tener

tampoco

es necesario

nombrar las cosas

con mirarlas

con pensarlas

a veces

comienzan a latir


no existe

un lugar

no hay puerta

no hay salida

ni en el espacio

ni en el sueño


hay que hacerse invisible

volar

sin ser ángeles

escapar

despertar afuera

tomar distancia

de este mundo

no existe

la tierra prometida

jugar nuestro juego


qué importa si

no caen las murallas

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