ZOOCIEDAD - Poesía para la perrada




Día de perros

Llego a casa
abro la heladera
busco algo
que no esté vencido
pensando
en mi vencimiento
y apenas sonrío
encuentro unas vienissimas
le saco el moho
a unas rodajas de lactal
enciendo la hornalla
la escucho soplar
hasta que la ollita
vibra
almuerzo
mientras termino
el tinto
prendo un pucho
miro por la ventana
el pasto está largo
y pienso otra vez
que después lo corto
salgo a caminar
me siento en un banco
el wiik wiik
de las hamacas
los pibitos
como péndulos
marcan el tiempo
de la plaza
que late
y gira alrededor
de la calesita
se me acerca un perro
me mira triste
como que extraña
lo acaricio
hola viejo
le digo
lame mi mano
se echa
con la cabeza
sobre sus patas
estiradas
al lado de mis piernas
estiradas
miramos
a los pibitos en los juegos
yo pienso
qué lindo ser pibe
él
qué lindo ser cachorro
me paro
se para
caminamos
en silencio
nos acompañamos
mirándonos cada tanto
pensando
que quizá
encontremos un hueso
esta tarde.


Poema animal

Se hacia el boludo
te dabas vuelta
y te mordía
caminaba altanero
gruñón
por el barrio
menos en la casa
cagaba en todos lados
se rascaba todo el día
no culeaba
ni dejaba culear
olía los culos
de los demás
robaba comida
el rabín
tirado
solo
al costado del camino
hoy es
una inmunda
piñata gaseosa
como tanta gente
que conozco.


Perra burguesía

Ropita ajustada
siempre rosa
un ostentoso collar
uñas
corte de pelo
baño de espuma
hecho por el coiffeur
de la veterinaria
churrasquitos
de cuadril
grillados
vuelta y vuelta
cortaditos
sobre el plato
con su nombre
que hace juego
con el del agua
donde sólo le sirven
villa del sur
canastito de mimbre
almohadón con puntillas
pamela
se pasea
entre la plebe
con su hocico hacia arriba
acompañada
por sus súbditos
la beba y el rolo
un matrimonio
sin hijos
que no atienden el portero
si por la facha
sospechan
cuando espían
por la mirilla
que les van a manguear algo.

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