A mi vieja siempre la hice sufrir

cuando nací pesé 4 kilos 8 50
de pibe corrí en bici
ella iba a los circuitos
pero no miraba la carrera
le daba miedo
en la época de los milicos
dosportres
terminaba en cana y
como en la mayoría de las casas
no había teléfonos
me sacaban dos días después
de la comisaría 6º de Tolosa
me llevaron a una guerra y
cuando volví me fui de mi casa
empecé a fumar y a tomar
me compré una moto
ella me decía
que no fume
no tome
que me compre un auto
para hacerla sufrir más
fumaba habanos
tomaba mucho y
compraba motos japonesas
cada vez más gordas
tuvo momentos de paz
cuando
estudié
laburé y
la hice abuela
dejó de ser mi mamá
para ser la Poro
Porotita
yo
seguía
haciéndola sufrir
pero ella ya no me decía nada
se enfermó
mi viejo la cuidaba mucho
la amó como se ama
en esas historias cursis de las pelis
antes de morir
mi viejo
me miró fijo
me dio un apretón de mano
así
de macho
de hombre a hombre
no podía hablar pero lo entendí
me hice cargo de Porotita
su chichí
pasó a ser la reina Porotita de Tolosa
con un montón de doncellas
a su alrededor que la cuidaban
empecé a mimarla y hacerme más el malo
el duro
pero ella
ya no sufría por mí
sabía que aunque ponga cara de malo
soy feo y se reía de mis boludeces
la levantaba a upa
ella se reía finito y me agarraba
fuerte del cuello
le daba miedo
la última vez que la alcé
ya estaba más Porotita que nunca
caminé con ella en brazos
desde la pieza hasta el living
donde estaba la camilla
para trasladarla a la clínica
me fue mirando con sus ojos muy abiertos
no podía hablar ni moverse
igual
no hacía falta
la dejé sobre la camilla
le puse mi mano sobre la mejilla y
con una sonrisa
le di un beso en la frente

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